Club Balonmano Getafe
Historia del C.B. Getafe

HISTORIA DE UNA IDEA LLAMADA:
"BURUNDUNES DEL CARIBE"


Habría que remontarse muy atrás, según mis recuerdos a 1974. Ya sé, demasiado tiempo, pero las cosas no ocurren por generación espontánea.

El problema es que yo desconozco con detalle otras iniciativas de balonmano que se realizaron en Getafe, pues mi trayectoria es ni mas ni menos que el recorrido realizado hacia los Burundunes del Caribe y que se ha transformado posteriormente en el actual Club Balonmano Getafe.

Cuando yo entré en este mundillo, C.A.S.A tenía su equipo masculino de balonmano. Posteriormente un grupo de estos jugadores se separaron y formaron el Club Verinsa que llegó a jugar en segunda nacional. Tampoco quisiera olvidar las iniciativas del Getafe Dos Castillas y Getasur. Valga, desde ese recuerdo, un homenaje a todos y cada uno de los grupos y clubes que aportaron su entusiasmo e iniciativa.

Una de las características comunes, es el coste de ilusión y tenacidad por parte de unos cuantos para que el balonmano en este pueblo existiera. Que envidia despierta el fútbol, que por todos los lados encuentra apoyo hasta para conseguir unas simples camisetas. El balonmano en este pueblo, aún consiguiendo éxitos, no encuentra el refuerzo necesario para que todos aquellos jugadores y aficionados puedan disfrutarlo con un mínimo de facilidad y apoyo. La sensación es de que las cosas existen porque cuatro locos poniendo tiempo y dinero consiguen que aquellos jóvenes y niños que les gusta este deporte puedan realizarlo.

No se trata de buscar privilegios, no se trata de que el balonmano debe existir porque a unos cuantos nos gusta, no se trata de que nos creamos mas que otros como en alguna otra época se decía sobre los cuatro
que estábamos con mas entusiasmo, intentando mantener viva la ilusión por este deporte que no hace mucho consiguió el campeonato del mundo. Se trata de la ocupación de un tiempo libre, de un tiempo de ocio, de unos ciudadanos que han trabajado con jóvenes de ambos sexos, y que han trabajado dejando tiempo y dinero en su empeño, como otros lo han hecho en otros deportes.


También quisiera de desde estas páginas mandar un saludo a todos aquellos que en este pueblo han hecho con otros deportes lo mismo que nosotros con el balonmano. Y parece que es la tónica: ciertos deportes siempre fueron sacados adelante por unos pocos entusiastas. Menos el fútbol, con ese poder de atracción popular sale adelante en cualquier sitio, todo el mundo se vuelca enseguida y sobre todo si tiene éxito. Extraños mecanismos de compensación el de los humanos que necesitan ídolos que triunfen. Otros, sin embargo, quieren practicarlos, ser partícipes, ser parte activa y no pasiva en una grada. Difícil lo tienen.

Bien, pues bajo estas premisas que, por lo que he podido comprobar sigue igual, alguien se lanzó un día con un grupo de chavales en 1975 para formar un equipo de balonmano juvenil masculino. Es para imaginarlo, un entrenador de 20 años con un grupo de chicos de 15 y 16 años se lanzan a la aventura, pagándose todo, inscribiendose en la federación madrileña de balonmano con el nombre de GETAFE 75. ¡QUE LOCURA, PERO FUE UNA LOCURA DIVERTIDA, Y SOBRE TODO UNA SEMILLA QUE TODAVÍA DA FRUTOS!

Al año siguiente, tras pagar la novatada la temporada anterior, se consiguió el ascenso a primera juvenil con aquellas camisetas “del betis”, que llamábamos así por su color y que alguien nos regaló sacándolas de un almacén lleno de polvo y con no se cuantos años (las camisetas). Lo que entonces era la delegación de juventud nos pagaba los desplazamientos. Eran los tiempos en los que algunas canchas, en los pueblos, estaban situadas de tal manera que en mitad del partido aparecía un rebaño de ovejas y lo atravesaba. Lo prometo, no exagero.

Con el ascenso a primera juvenil, se cambió el nombre a JUVENTUD GETAFE, hablamos ya de la temporada 1977 – 78. También se pagó la novatada en primera, pero eran los tiempos de los inicios, del aprendizaje, del entusiasmo, de la iniciativa, de la juventud, de la fuerza, pero también de la inexperiencia. Al fin y al cabo, tiempos bonitos.

Me gustaría recordar a todos aquellos amigos, porque eso era lo que éramos, amigos compartiendo una afición y una ilusión. Pero no recuerdo todos los nombres, es la época de los pioneros. Manolo Gutiérrez, porque fue el primero en salir hacia la elite, Antonio Romero, que llegó a jugar con el Leganés en primera nacional, etc. Disculpadme los demás por no acordarme de todos los nombres.

Pero qué gusto da encontrarse por la calle y saludarse como viejos conocidos, que compartimos durante una época de nuestra vida algo mas que una afición. Un abrazo para todos aquellos que me acompañasteis en aquella maravillosa locura.

Poco a poco se fueron formando nuevos equipos en categorías inferiores, incluyendo la categoría femenina.

Se buscó la creación de un club polideportivo, pero diversas circunstancias que no vienen al caso, impidieron su consolidación.

Aún así recuerdo que en la calle Calvario, en un piso propiedad de Aquilino Gutiérrez, más conocido por Valtierra y presidente por aquel entonces, cedió dicho piso gratuitamente como sede social del club. Una de las actividades fue la creación de la sección de ajedrez. Este club se unió a nosotros y en este local era donde se desarrollaban sus encuentros.

Mención especial me gustaría hacer sobre Aquilino. Este hombre cedió el piso gratuitamente, y no solo eso, sino que durante varios años ejerció de presidente del club Juventud Getafe hasta su fallecimiento. Desde aquí un efusivo recuerdo para alguien que fue algo mas que un presidente.

En los años ochenta, el Ayuntamiento de Getafe creó el Club Municipal con diferentes secciones de categorías inferiores. Por supuesto una de esas secciones fue el balonmano.
Y así llegamos a 1983, mas exactamente a la primavera. En aquel momento algunos jugadores del club municipal, de C.A.S.A., Verinsa y Juventud Getafe comenzaron a comentarme la posibilidad de crear un nuevo club. Al principio reconozco que por unas malas experiencias en categoría senior no le presté mucha atención, pero cuando vi que la propuesta iba en serio, yo también empecé a creer en la idea.

A primeros de Septiembre del mismo año, nos reunimos en un bar todos aquellos que nos creíamos el proyecto. LOS BURUNDUNES DEL CARIBE habían comenzado. Era un renacer de ilusiones, de entusiasmo y sobre todo era algo totalmente nuestro.
Después de ocho años en el balonmano, alguien puede pensar que éramos unos veteranos un poco mayores, pero no. El mas mayor era yo y tenía 27 años. El resto oscilaba entre los 18 y 23.

De donde sale el nombre:
Como ya existía el Juventud Getafe y el Club municipal Getafe, no queríamos otro club Getafe. Lógicamente no nos gustaba ningún nombre de los clásico y conocidos y menos aún los del estilo americano.

Y así, diciendo tonterías como zolocotropos, gamusinos etc., alguien me preguntó por los burundunes del caribe y contesté que los gamusinos se cazan y los burundunes se pescan. A la gente le hizo gracia y como guasa no faltaba se decidió que ese sería el nombre.

Y los colores:
Como todos los gastos corrían de nuestra cuenta, tratábamos de abaratar costes. Buscando equipaciones encontré en una casa de deportes, que ya no existe, en la plaza de la Magdalena, una camisetas de algodón verdes y azules, pues había que tener dos equipaciones por aquello de la coincidencia de colores. Inocente de mi, hice el siguiente comentario: “no querréis ir de rosa”. La contestación fue obvia. Al margen de la guasa ya comentada, era un ahorro, con una sola equipación teníamos suficiente pues no había bicho viviente masculino que en aquella época se atreviera a ir de rosa ya se pueden imaginar por qué.
Y los pantalones verde fosforito, para rematar el espectáculo, con lo que menos pegaba con el rosa. No se si a los contrarios los ganábamos por la risa que les producíamos, por el impacto visual o porque no querían tocarnos por aquello del “rosa”.

Que mal lo pasó Santiago Redondo cuando hizo la inscripción en la federación madrileña teniendo que aguantar el cachondeito con todas estas cosas. La verdad es que le hicimos los demás una pequeña faena, porque ninguno queríamos ir a la federación a pasar por ese trance.
En los campos el primer año nos llamaban de todo, pero cuando ganábamos por las diferencias que lo hacíamos se les quitaban las dudas sobre nuestra masculinidad.
Tan solo el Alcalá con un entrenador llamado Manolo Laguna, ¿les suena? ( un saludo Manolo y mucha suerte en ASOBAL, te la mereces. No solo fuimos rivales en aquella época, sino compañeros de habitación en el nacional de Barcelona en el 80. Teníamos una rivalidad a veces demasiado caliente (mis disculpas).

En tres años ascendimos a 2ª Nacional y allí di por terminada mi andadura con los senior. A partir de entonces me dedique a las categorías cadetes y juveniles masculinas.
Pero el proyecto BURUNDUNES era una realidad. Con escuelas deportivas, equipos en categorías inferiores, tanto en masculino como en femenino. Todo esto con el convenio correspondiente firmado con el ayuntamiento para la financiación de las escuelas.
Y así continuo hasta 1994. En aquel momento algunos pensamos que ya era hora del relevo y nos apartamos del balonmano.

Los que tomaron el relevo consideraron que había que cambiar el nombre y apareció el actual Club Balonmano Getafe.

Algunos agentes externos al club, sobre todo cercanos a la federación, consideraban que un club con ese nombre no era serio y sobre todo si algún equipo se clasificaba para un campeonato de España.

No me apetecía ni mantener ciertas apariencias ni que nadie me dijera como se tiene que llamar un club para que parezca serio. La seriedad no consiste en los nombres ni en los colores y mucho menos en las apariencias externas. Pero parece ser que para algunos estamentos de aquel momento su clasicismo no les permitía ciertas licencias.

Pero que nos quiten lo “bailao”. No solo logramos practicar nuestro deporte favorito, sino que realizamos un sueño con ilusión y el máximo de disfrute, y un beneficio para todos aquellos chavales que aquella época querían practicar el balonmano. Y por supuesto fuimos representativos del balonmano masculino de Getafe durante mas de 10 años.

La semilla ahí ha quedado y es algo que nadie olvida, fuimos lo que fuimos le pese a quien le pese y fuimos felices. Hay personas que tienen iniciativa y creatividad, y yo, personalmente, me siento orgulloso de haber pertenecido a ese grupo que rompió moldes e hizo algo importante para ellos y para otros.

No quisiera terminar sin un recuerdo especial para José Maya y Carlos Gutiérrez, dos burundunes que ya no están.

Porque efectivamente, inventamos algo y no le pusimos un nombre, sino que nos pusimos un nombre y siempre seremos burundunes. Todos los que pasamos por allí.
Yo, cuando presento a alguno de ellos a un desconocido, digo que es un burundun, porque algo mas que una gracia, fue un proyecto y una identidad.


Julián Fraile, un burundun.